jueves, 23 de abril de 2009

Lo Bello y Lo Bestia



















Desde hace muchos años Gran Canaria sigue un módelo urbanístico desordenado y falto de armonía. La urbanización que se construye en Los Altos de San Gregorio, Las Palmas de Gran Canaria, es uno de los últimos ejemplos

A día de hoy, Los Altos de San Gregorio y San José del Álamo, en las medianías de Las Palmas de Gran Canaria, son dos de los pocos espacios que se mantienen ajenos al cemento dentro del municipio.

Cursiva
Está zona presenta buenas condiciones para el desarrollo del bosque "seco" de medianías (termófilo), prueba de ello son las númerosas especies de plantas propias de este ecosistema que de manera natural crecen en el lugar.



















Acebuches (Olea europaea guanchica)

Pequeños acebuchales (Olea europaea guanchica) acompañados de cardones (Euphorbia canariensis), granadillos (Hypericum canariensis), tabaibas amargas (Euphorbia regis-jubae), cornicales (Periploca laevigata), esparragueras (Asparagus pastorianus), guaydiles (Convolvulus floridus), matos de riscos (Lavandula canariensis), verodes (Kleinia neriifolia) y tajinastes blancos (Echium decaisnei), entre otras, además de numerosas herbáceas conforman la flora.

A este valor se le añade la presencia de animales como el lagarto de Gran Canaria (Gallotia sthelini), garza real(Ardea cinerea), polla de agua(Gallinula chloropus), focha (Fulica atra), avetorillo (Ixobrychus minutus), aguililla (Buteo buteo insularum), cernícalo (Falco tinnunculus canariensis), perdiz roja (Alectoris rufa intercedens), alcaraván (Burhinus oedicnemus), paloma bravía (Columba livia), mirlo (Turdus merula cabrerae), canario (Serinus canaria), triguero (Miliaria calandria), gorrión chillón (Petronia petronia), mosquitero u hornero (Phylloscopus collybita canariensis), bisbita caminero (Anthus berthelotii), herrerillo o quesero (Parus caeruleus teneriffae), etc.

Hay que sumar a esta lista un anfibio, la rana común (Rana perezii), invertebrados de muchas clases y varias especies de hongos.

Este ecosistema que se venía recuperando después de sufrir el deterioro consecuente de la tala con fines agrícolas y ganaderos en los siglos pasados se ve amenazado por el consumo del territorio producto del exceso de población que "soporta" Canarias. Las urbanizaciones de Ciudad del campo y Los Altos de San Gregorio han sustituido a acebuches, cardones, granadillos, ... y son foco de vertidos de todo tipo de basuras.



















Urbanización en Los Altos de San Gregorio y Acebuchal-cardonal

viernes, 17 de abril de 2009

Valoraciones sobre el estado de conservación del barranco de Carmona

El ecosistema en el barranco de Carmona está relativamente conservado. Desde hace años se vienen realizando una serie de actividades que en mayor o menor medida han alterado la naturaleza del lugar.

La agricultura y la ganadería son los tipos de aprovechamientos, conocidos, que desde más antiguo afectan al barranco. Todavía hoy es posible encontrar los muros de los antiguos huertos en los pies de riscos del cauce y es fácil deducir el uso maderero de especies como faya, brezo, tagasaste, gacia, acebiño, etc. por el crecimiento de las plantas, que presentan numerosos brotes de cepa. Este tipo de crecimiento no es natural y árboles que deberían superan la decena de metros forman una “maraña” poco transitable.

La mala gestión ganadera trae aparejado otro problema. Algunos ejemplares de cabras (Capra hircus ssp.) pastan libremente por Guelguen. Teniendo en cuenta las necesidades alimenticias de este herbívoro, es posible que algunas especies de plantas se estén viendo perjudicadas, hecho preocupante puesto que en la zona hay varios endemismos que se encuentran en una situación delicada.

Además de las cabras, en Carmona habitan gatos cimarrones (Felix catus ssp.) y ratas (Rattus rattus), mamíferos introducidos por el hombre que suponen un desequilibrio en las poblaciones de aves. En el caso de los gatos cimarrones porque directamente las cazan para alimentarse y en el de las ratas porque huevos y pollos jóvenes constituyen parte importante de su dieta.

Otro aprovechamiento, más reciente, es el hidráulico. De aquí radican varios cambios importantes en Carmona.

La construcción de la galería del Pinalejo provocó la construcción de una pista. Esta obra conlleva el arrase de gran cantidad de plantas y el movimiento de toneladas de tierra, lo que supone una importante perdida de masa vegetal que afectó a algunas especies con poblaciones de pocos individuos en el barranco, la modificación de algunas escorrentías, el aumento de la erosión y la aparición de una vía de acceso rápida para especies impropias de la zona, algunas de ellas con carácter invasor (Ageratina riparia, Ageratina adenophora, Vinca major, etc.).

De la galería han salido miles de m3 de escombros que se acumulan bajo el caidero de agua donde mismo se está excavando. Esta temporada gran parte de este material fue arrastrado por el agua de lluvia en el mes de diciembre. La barranquera cambió por completo el aspecto del cauce, provocando que muchos metros por debajo de la entrada a la galería aparecieran todo tipo de residuos provenientes de la obra (restos del cableado para las cargas explosivas, hierros usados para el cribado de la tierra, cajas de tabaco, manchas de gasóleo, tuberías rotas etc.) y los troncos de árboles “machacados” en algunos casos y rotos en otros a causa del impacto de las piedras arrastradas, muchas de ellas desde la montaña de escombros.

Conjuntamente a la construcción se han instalado cuartos para el reparto del agua y una red de tuberías de varios cientos de metros.

Para la obra de los cuartos se hizo un desmonte en el margen oeste del cauce que supuso un impacto sobre la flora y el suelo. Además, se introdujeron materiales ajenos a la naturaleza del barranco, mayoritariamente cemento y metales. Por otro lado, las tuberías descienden por las laderas resaltando dentro de un paisaje bien conservado.

El barranquismo y el senderismo son dos actividades que provocan cambios en Carmona, insignificantes con respecto a los anteriores. Es inevitable que con el tránsito de personas se provoque algún daño a la flora o se moleste a la fauna. También hemos visto algún envoltorio de comida, colillas...


NOTAS DE INTERÉS


-El día 22 de diciembre de 2008, durante la primera visita a Carmona, escuchamos trigueros (Miliaria calandria), un ave muy escasa en La Palma. Fue en una zona agrícola, en lo alto del barranco, con abundancia de leguminosas herbáceas y arbustivas.

-Los días 22 de diciembre de 2008, durante la primera visita, y 13 de diciembre de 2008, durante la segunda, vimos un ejemplar de garbancera (Cicer canariensis) que en la tercera visita había sido arrastrada por la barranquera.

jueves, 9 de abril de 2009

Barranco de Carmona

Carmona es un ramal del barranco del Tablado, situado al norte de la isla de La Palma. En la zona viven especies propias del bosque termófilo, el monteverde y el pinar. Como en prácticamente todo el territorio canario han surgido cambios de la mano del hombre que han alterado el equilibrio de los ecosistemas y hacen peligrar el paisaje y las poblaciones de algunas especies.














Aspecto general del monteverde

VEGETACIÓN

Las plantas crecen en distintas zonas limitadas por muchos factores, entre ellos, la altitud, la temperatura, la humedad, la insolación, la orientación o el tipo de suelo.

PINAR DE TRANSICIÓN

Esta transición se produce en las zonas más altas de las laderas y en las cresterías del barranco. Los pinos canarios (Pinus canariensis) crecen con poca densidad y entremezclados con especies como la faya (Myrica faya), el brezo (Erica arborea), el acebiño (Ilex canariensis) o el laurel (Laurus novocanariensis).

A las especies arbóreas las acompañan plantas de porte arbustivo y subarbustivo, las más frecuentes son el amagante (Cistus simphytifolius), la jara (Cistus monspeliensis), los lechugones (Sonchus palmensis, Sonchus hierrensis), la capitana (Phyllis nobla)…

Las herbáceas son numerosas debido, sobretodo, a la introducción directa o indirecta por parte del hombre de nuevas especies en las zonas de cultivo próximas al barranco, además hay grupos de gacias (Teline stenopetala) y tagasastes (Chamaecytisus palmensis) plantados hace años con fines forrajeros.

LA PISTA Y SU ENTORNO

Desde la carretera que desciende hasta el Tablado a su paso junto al barranco comienza una pista que llega hasta la galería del Pinalejo, en el cauce. La obra alteró notablemente la vegetación y eso se evidencia con la aparición de especies de rápido asentamiento, como la vinagrera (Rumex lunaria), la bainena (Argyranthemum haouarytheum) el incienso (Artemisia canariensis) o el faro (Gonospermum canariensis), y muchas herbáceas o subarbustivas que requieren de mayor cantidad de luz como el geranio de Roberto (Geranium robertianum), (Pimpinella dendrotragium), el amor seco (Bidens pilosa), el tomillo-limón (Micromeria herphyllomorpha), el mastranto (Calaminta nepeta), tasaigo (Rubia fruticosa)…















Garbancera (Cicer canariensis), escasa en la isla

MONTEVERDE

LADERAS

En las laderas del barranco crecen especies que no requieren suelos profundos pero que necesitan un buen grado de humedad y al mismo tiempo suficiente insolación. Son frecuentes las fayas, los brezos y los acebiños; de forma localizada hay ejemplares de palo blanco (Picconia excelsa) y barbuzano (Apollonias barbujana) y en los barranquillos con suficiente humedad crecen viñátigos (Persea indica). Los arbustos mejor representados son el follao (Viburnum tinus), la gacia y el poleo de monte (Bystropogon canariensis). La pata de gallo (Geranium canariense), el algaritofe (Cedronella canariensis), la yedra (Hedera helix canariensis), la cruzadilla (Hypericum reflexum), la malfurada (Hypericum grandifolium), (Scrophullaria smithii), o la estrelladera (Gesnouinia arborea) también habitan las laderas. En algunas zonas se ha hecho aprovechamiento de la vegetación por lo que el crecimiento de fayas y brezos, principalmente, es irregular.

EL CAUCE

Tiles, viñátigos, palos blancos y laureles son los árboles de mayor tamaño que hay en el barranco. Los mejores ejemplares los encontramos en el cauce, donde se establecen los suelos más profundos, producto de la erosión de las laderas, y las condiciones ambientales son de mucha humedad y escasa insolación. Común es la yedra, que aprovecha los árboles para subir en busca de luz, la estrelladera, la gibalbera (Semele androgyna), la zarza (Rubus palmensis), (Asparagus scoparius), muchas de las especies que crecen en las laderas y varios helechos, entre ellos, la píjara (Woodwardia radicans), el culantrillo (Adiantum capillus-veneris) o el helecho redondo (Adiantum reniforme).

En la zona baja, proximidades a la confluencia del barranco de Carmona con el de Fagundo, las especies propias de laurisilva se mezclan con las plantas más exigentes en agua del piso termófilo. Mocanes (Visnea mocanera), barbuzanos (Apollonias barbujana), y granadillos (Hypericum canariensis) son algunas de ellas.

RISCOS

La vegetación rupícola está representada por muchas especies en el barranco. Variando los requerimientos en cuanto a humedad las necesidades de cada una de ellas son similares, luminosidad, poco suelo y altura, su principal herramienta para escapar de los herbívoros.
Frecuentes son los bejeques (Aeonium holochrysum, Aeonium davidbramwellii, Aeonium palmense), (Aichryson laxum), el paniqueso (Lobularia canariensis), el cardo de risco (Carlina falcata) y varias especies de helecho entre ellas la batatilla (Davallia canariensis) y la tostonera (Adiantum reniforme). De forma esporádica hay poblaciones de col de risco (Crambe santosii).

Amanita muscaria, una de las muchas especies de hongos presentes en el barranco

FAUNA

El barranco tiene condiciones climáticas, orográficas, geográficas, geológicas, botánicas, etc. que dan lugar a un ecosistema único. La cercanía a la costa, la humedad ambiental, las fuertes pendientes o la textura del suelo, son algunos de los factores que condicionan el tipo de fauna. En Carmona habitan numerosas especies y subespecies endémicas del archipiélago.

AVES

La disponibilidad y tipo de alimento y lugares para la cría condicionan la presencia a las especies más adaptadas al ecosistema. Son muchas las familias representadas.
Hemos avistado las siguientes aves: las palomas rabiche (Columba junoniae), turqué (Columba bollii) y bravía (Columba livia), el pinzón común (Fringilla coelebs palmae), el petirrojo (Erithacus rubecula), el reyezuelo (Regulus regulus), el mosquitero (Philloscopus canariensis), el herrerillo (Parus caeruleus palmensis), el mirlo (Turdus merula), el cernícalo (Falco tinnunculus canariensis) y el aguililla (Buteo buteo insularum).

Además de estás, a través de las citas de otras personas, incluimos el gavilán (Accipiter nisus granti), el halcón tagarote (Falco pelegrinoides), el búho chico (Asio otus), la graja (Phyrrhocorax phyrrhocorax), la chocha perdiz (Scolopax rusticola), la curruca tomillera (Sylvia conspicillata), el capirote (Sylvia atricapilla), la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), el canario (Serinus canaria) y el pardillo (Acanthus cannabina).

La pardela pichoneta (Puffinus puffinus) está nidificando en el barranco del Capitán y es posible que lo haga en Carmona ya que se dan las condiciones.

MAMÍFEROS

Nosotros hemos constatado la presencia de la rata de campo (Rattus rattus) y el gato cimarrón (Felis catus). Según citan otros autores, en la zona habitan el murciélago de Madeira (Pipistrellus maderensis), el murciélago rabudo (Tadarida teniotis), el conejo (Oryctolagus cuniculus) y el ratón (Mus musculus). Excepto los murciélagos, todos ellos han sido introducidos en la isla por el hombre.

REPTILES

Es abundante el lagarto tizón (Gallotia galloti palmae) y hay citas para el perenquén (Tarentola delalandii).

INVERTEBRADOS

Existe poca información acerca de ellos, pero se puede afirmar que el norte de la isla es relativamente rico en endemismos canarios e insulares.
Algunos son: Insulivitrina solemi dentro del grupo de moluscos gasterópodos; artrópodos del género Porcellio; Enoplognatha sattleri, arácnido propio de la Macaronesia; Ameles limbata entre los dípteros y muchas otras especies, algunas por describir y otras por descubrir.